El amarillo es el color más luminoso y cálido. Se relaciona tradicionalmente con el sol, la luz o el oro, por eso puede resultar demasiado intenso o estridente en ciertos contextos. Debido a su apariencia radiante se relaciona principalmente con connotaciones positivas como la diversión, la amabilidad y el optimismo.
Es un color muy poco estable y su significado depende mucho del resto de colores con los que se combina. A pesar de ser el color del optimismo y la felicidad, también puede asociarse con significados negativos, como el enfado, la mentira y la envidia. Por este motivo, podemos calificar el amarillo como un color contradictorio. (Sean Adams, 2020)
Además, este color es utilizado como un símbolo de lucha, queja o reivindicación.
En combinación con el color negro, se utiliza como señalización de peligro o advertencia.
El amarillo primario no puede crearse por mezcla. En el lenguaje universal, representa el optimismo y la felicidad.
Podemos utilizarlo cuando queremos crear un gran contraste con otros colores o cuando queremos incluir un resultado vibrante.
Uno de los tonos de amarillo que se utiliza en el Diseño Gráfico es el amarillo vainilla. Es un color con un carácter alegre, y fue muy popular durante los años cincuenta. Es considerado más agradable y suave que el amarillo primario. Aporta una sensación de neutralidad y placidez cuando se utiliza en composiciones cromáticas ya que tiende a apagarse y neutralizarse al lado de la mayoría de los colores.
Comparte muchos de sus significados con el amarillo primario, por eso se asocia con el optimismo y la felicidad. Puede considerarse también como color institucional, podemos encontrarlo en numerosas escuelas, hospitales y oficinas del gobierno.
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