Teoría del Color
Los colores son capaces de transmitir sensaciones, representar la realidad o incluso codificar
información determinada. Podemos considerar el color como un fenómeno variable, física y semánticamente, pero esto no implica que el color sea algo que no puede explicarse
o comprenderse.
En el año 1665, Isaac Newton realizó su famoso experimento del prisma de vidrio y el haz de luz, a través del cual se descubrió la manera en la que la luz se descompone en el espectro de colores.
Los colores del espectro fueron organizados en una rueda, conocida como “Círculo cromático”. Los colores que se encuentran próximos en esta rueda de color son análogos, tienen un contraste mínimo entre ellos y armonizan de una manera innata. Además también son similares en cuanto a su temperatura cromática.
Los colores opuestos en la rueda se llaman colores complementarios. Entre ellos el contraste es máximo y las temperaturas cromáticas que tienen son opuestas. La utilización de unos u otros dependerá de la sensación o naturaleza de la propia composición.
Para saber utilizar los colores de una manera adecuada, es necesario entender qué es el color y cómo funciona.

Experimento realizado por Isaac Newton

Colores organizados en el círculo cromático
Una de las teorías sobre el color más conocidas es la elaborada por Johann Wolfgang von Goethe, y escrita en el año 1810 en el libro “Teoría de los colores”, de título original Zur Farbenlehre.
En él Goethe describe sus estudios realizados desde la percepción humana e incluye sus conclusiones sobre diferentes fenómenos del color, como las sombras coloreadas, la refracción, el acromatismo o el hipercromatismo.
La teoría del color de Goethe nace como una reacción crítica a la teoría de Isaac Newton, ya que difiere en su explicación acerca del espectro visible. Mientras que Newton dividía el espectro en siete colores, Goethe se dio cuenta de que cuanto mayor es la apertura del haz de luz, se pierde el espectro, manifestando un borde de un color amarillo rojizo, y otro borde de color azul cyan, con diferentes tonos de blanco entre los dos, y el espectro únicamente aparece cuando los bordes se acercan lo suficiente a la superposición de estos colores. Newton vio la luz compuesta de colores y Goethe sin embargo vio el color como resultado de la interacción entre luz y oscuridad.
Esta teoría de Goethe era más experimental que física, y no tuvo una buena acogida por parte de la física moderna, que define la oscuridad como la ausencia de luz basándose en las ideas de Newton y Huygens.
Además del aspecto físico del color, Goethe también trata en su libro sobre el aspecto más simbólico y psicológico del color, atribuyendo determinados significados y sensaciones a cada uno de los colores del espectro visible.

Portada original del libro “Teoría de los colores” de Johann Goethe.

Experimento con el prisma transparente realizado por Johann Goethe
Anterior a la escritura de este libro, Goethe había realizado una investigación junto al filósofo e historiador Friedrich Schiller entre los años 1798 y 1799 y establecieron un esquema al que llamaron “La Rosa de los Temperamentos”. En esta investigación relacionaron los colores con los diferentes rasgos de carácter de las personas, es decir, asoció doce colores, con doce tipos de temperamentos diferentes.
La parte simbólica y subjetiva de los estudios de Goethe, no resta importancia a lo que hoy en día se conoce como la psicología del color. Este estudio no consiste en una ciencia, pero supone una gran influencia en campos como las artes o el diseño, debido a la importancia que el color tiene en ellos.
Goethe realizó además en sus estudios, un diagrama de la mente humana, atribuyó a cada uno de los colores ciertos aspectos y significados que podrían utilizarse para explicar el comportamiento de las personas. También realizó una serie de diagramas triangulares basándose en el carácter emocional de cada color.

La Rosa de los Temperamentos.

Diagramas triangulares resultados de las investigaciones de Goethe